jueves, 24 de mayo de 2012

EL PSICOPATA

Cruzarme con el psicopata me enfrento con mi debilidad pasada, necesaria para funcionar como radiador de tremendo bicho. Toda mujer_aunque sea una vez en la vida_ pasa por la situacion de pensar "como debo haber estado yo para para andar con este sujeto". La soledad propicia juegos perversos y hay seres rastreros que se abrojan como sanguijuelas cuando una esta agonizando. Son detectores de debilidad en la autoestima. Alli se pegan para sustentar su hombria protectora de damicelas en desgracia. Me atreveria a decir que 9 de cada 10 mujeres han tenido un "psycho" en su vida, en alguna etapa de dolor, estres o vulnerabilidad. El juego de estos depredadores es agrandarse a medida que la muker se empequeñece ... Me enorgullezco de haberme librado a tiempo de ese psycho como acto de sanidad mental y autopreservacion. Vaya como advertencia a todas aquellas que se topen con un personaje de estas caracteristicas un rasgo que los distingue: suelen adar por la vida con un disfraz de normalidad que asusta! Limpitos y exitosos, aparentemente equilibrados. Macabros. ... Lo bueno de esta historia fue su enseñanza: nunca volvere a abrir mi alma a un psicopata. Me quiero lo suficiente para que esto no ocurra. Y si la soledad desespera, prefiero pagarle a un taxi boy. (mm no aca yo difiero, yo prefiero onanismo puro y del bueno nadie mejor que uno mismo) ... El tortuoso vinculo con el psicopata me recordo el latiguillo de Mirta Legrand: "como te ven te tratan, y si te van mal, te maltratan". Cuando una mujer tiene la autoestima deficitaria, suele disparar el "efecto radiador" y atraer todo tipo de insectos. A quererse, entonces, para evitar psicopateadas de seres nefastos. Libro: "Los muertos de mi placard" de Valeria Schapira

1 comentario:

  1. mmmmmm esperaba una dedicatoria algun dia, pero no asi....... jajaja.

    de Colchon grafitti. (no te traigo mas)

    ResponderEliminar